Vistas de página en total

viernes, 8 de mayo de 2015

Embajador de Ecuador: “Debemos democratizar la revolución”

Es Embajador itinerante para temas estratégicos de Ecuador. El viernes 8 de mayo, estuvo en la Universidad Federal de Integración Latinoamericana, ubicada en Foz de Yguazú (Brasil), fortaleciendo una red de universidades para enfocar la mirada hacia las tendencias de transformación política, económica, social y cultural, que se están dando en los países de América Latina.
 
Ramón Torres recordó la necesidad de liderazgos integradores
en América Latina. Foto: Télam (Arg.) 
Ramón Torres Galarza es Doctor en Jurisprudencia por la Universidad Internacional del Ecuador, con maestrías y diplomados en Derechos Humanos, Gerencia Política, Estudios de África e Investigación. Se desempeñó como Delegado Presidencial del Ecuador para UNASUR y ejerció otros cargos diplomáticos importantes. En una reunión con autoridades, docentes y estudiantes de UNILA habló de la importancia de generar liderazgos integradores en América Latina, resignificar la democracia y la revolución, poner en diálogo estos conceptos que se han negado mutuamente a lo largo de la historia.

En esta entrevista, comparte el objetivo de su visita a la triple frontera, valora este territorio y el simbolismo que carga la UNILA desde su creación, como un espacio para la integración latinamericana. Presentó el Programa Democracias en Revolución y Revoluciones en Democracia, que dirige en el Instituto de Altos Estudios Nacionales de Ecuador y del cual UNILA ya forma parte.

¿Cómo nace el Instituto de Altos Estudios Nacionales? Comentó usted durante su charla que antes tenía una función militar y ahora han redireccionado su visión…
El Instituto de Altos Estudios Nacionales del Ecuador en este momento, en el Gobierno de la Revolución Ciudadana, es un instituto que forma cuadros de talento humano para la administración y gerencia del Estado, para la administración y gerencia del interés público en el Estado, para que desarrollen capacidades de administración y gestión sobre la cosa pública con altos niveles de eficiencia para lograr una formación de alto nivel, posgrados, maestrías y doctorados que permitan mejorar la calidad en la administración pública. En ese sentido, el Instituto supera una vieja vinculación institucional sólo con las fuerzas armadas, para cumplir objetivos de seguridad nacional y defensa.

Foto: Portal ABC de España. 
Esa es una propuesta que yo formulo como embajador itinerante del Ecuador para temas estratégicos, para que el Instituto de Altos Estudios Nacionales, el Instituto para la Democracia y FLACSO Ecuador incorporen este programa y propongan/propongamos, a un conjunto, a una red de universidades, de las más prestigiosas de Ecuador, Bolivia, Venezuela, Argentina, Brasil y Uruguay, una primera caracterización, un primer esfuerzo para mirar cuáles son las tendencias de transformación política, económica, social, cultural, que existen en estos países de América Latina, en este momento. Buscamos enfrentar matrices ideológicas, políticas, académicas y mediáticas que califican o descalifican nuestros procesos sin comprender su singularidad, sin comprender sus especificidades. En ese sentido es muy importante que desarrollemos en la región, en nuestras universidades, capacidades propias de pensamiento, de epistemología, para resignificar nuestros procesos, y lo hacemos a partir de una red de universidades donde están algunas de las mejores de estos seis países, y tenemos como organizaciones regionales, miembros del programa a CLACSO, la FLACSO, el Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos y el Centro Nacional de Estudios Superiores para la Comunicación en América Latina, porque precisamente con ellos nos interesa pensar el tema de enfrentar matrices mediáticas.   

Tenemos un Consejo Consultivo donde están parte de los más importantes pensadores latinoamericanos, y estamos estos días en Brasil consolidando una red de universidades de las más importantes del Brasil, y estamos precisamente en UNILA, porque fue durante el Gobierno de Lula la creación de la Universidad de la Integración Latinoamericana, porque es la universidad que no solamente tiene un valor simbólico, sino que se encuentra en un lugar donde confluyen culturas, donde confluye y se articula una biodiversidad maravillosa, es triple frontera de países y hay un multiculturalismo entre Paraguay, Argentina y Brasil, que debemos observar, que debemos aprender, creo que Foz, creo que la Unila, son un espacio, un punto de aprendizaje sobre interculturalidad e integración latinoamericana, que todos los latinoamericanos deberíamos venir a aprender y ver. Por eso es grato conversar con una estudiante paraguaya, en la UNILA, sobre los temas de integración. Decirte que Paraguay constituye para nosotros, para la reflexión de Democracias en Revolución,
¿Cómo ve Ecuador al Paraguay? 
una importante experiencia de aprendizaje
.
Tú sabes que en Paraguay se dieron las condiciones para en primer lugar, generar una matriz mediática, que generó condiciones para un golpe certero de Estado, un golpe que permitió que las condiciones de Paraguay en la defensa de la democracia paraguaya, haga que nuestros cancilleres, nuestros presidentes latinoamericanos, la UNASUR, el ALBA, apoyen al proceso paraguayo para que sea el pueblo paraguayo y sus instituciones las que resuelvan con más democracia, esos aspectos. Por eso es importante comprender, que hoy América Latina vive un momento, un tiempo en que debemos desarrollarnos en paz y en democracia, no debemos admitir injerencias, no debemos dar posibilidad a golpes fallidos o certeros de Estado, debemos dar continuidad a que la garantía de la democracia permita vivir mejor a la gente, que la democracia sirva para mejorar condiciones de empleo, ese es el valor de la democracia, esa es la calidad de la democracia que necesitamos. Estamos seguros y confiamos que el pueblo paraguayo va a encontrar ese camino en democracia.

Revolución y democracia, dos conceptos que muchas veces se contraponen o se niegan entre sí, ¿por qué eligieron esa denominación para el programa?
Porque los procesos de transformación política en América Latina en este momento buscan transformar, buscan resignificar, buscan ampliar, mejorar en forma y en contenido la democracia, no podemos pensar que los  ciudadanos latinoamericanos vivimos en democracia porque solamente se reconocen nuestros derechos civiles o nuestros  derechos políticos. Un ciudadano que no pueda ejercer derechos económicos, un ciudadano que no pueda tener trabajo, vida digna, empleo, educación, salud, vivienda, ¿en qué democracia puede vivir? Solamente acude a las direcciones y malvive o sobrevive una democracia que no representa los intereses más fundamentales de sus ciudadanos. Una democracia que se ampara solamente en las formas, una democracia que sólo cree que es tal cuando convoca a elecciones, entonces, las transformaciones revolucionarias, las rupturas revolucionarias, las transformaciones que son rápidas profundas y radicales, son transformaciones que no tienen que ver sólo con el socialismo o por la vía armada, porque precisamente los procesos de transformación revolucionaria en América Latina, tienen que jugar en el marco, en la cancha, en el juego de la democracia, porque se legitiman electoralmente y porque debemos desechar la idea de vía armada, de hegemonía, de pensamiento único. Debemos desarrollar una democratización de la revolución, para que este encuentro que es mutuo, que es dialécticamente importante entre democracia y revolución, como dos malas palabras que se generaban, era malo hablar de democracia para las izquierdas y era malo hablar de revolución para las derechas. En ese sentido hay entonces una mutua condicionalidad que es de fundamental importancia. América Latina vive un momento excepcional. Sin embargo, aún en los limites económicos, América Latina ha logrado distribuir su riqueza, ha enfrentado procesos de crecimiento, ha hecho la mayor inversión jamás registrada en la historia contemporánea latinamericana en favor de los pobres, se han generado procesos de inclusión. Vivimos un tiempo en que América Latina está demostrando a la humanidad que podemos vivir en paz y en democracia, que podemos crecer económicamente, que respetamos a la Pacha Mama, a la madre naturaleza, en ese sentido podemos ser una alternativa ante la crisis  del capital y del capitalismo, podemos ser una solución a los seres humanos y a la naturaleza y podemos ser una solución económica que no sólo piense en el mercado, sino en los seres humanos y en la naturaleza.

¿Cómo defender ese proceso que vive Latinoamérica, ante -lo que usted también mencionaba- el ataque mediático? Hay toda una construcción de un discurso que tiende a tildar a los gobiernos progresistas de autoritarios, incluso de dictaduras…
Hay una matriz mediática que se piensa, distribuye, se inocula, se establece en toda América Latina, que reproduce el mismo discurso, la misma forma, el mismo contenido, los mismos adjetivos. Esa  matriz mediática está pensada para caotizar, generar una matriz psicológica de miedo, desestabilizar, generar condiciones favorables para intentos fallidos o efectivos de golpe y fundamentalmente está especializada para identificar nuestras dificultades y esta especializada para ocultar nuestros logros en democracia. Esa característica de esa matriz es permanente, es de todos los días y se financia en algunos casos, por corporaciones o empresas. Ciertos medios de comunicación representan, no el interés público, sino el interés de las corporaciones y empresas que los financian. Un medio debe ser la  intermediación adecuada entre el Estado y la sociedad, para informar y comunicar verazmente aquello que permite formar opinión pública. Pero lo que está sucediendo es que no forman opinión pública sino desarollan un tipo de matriz ideológica- política a través de los medios, que son contrarios a nuestros gobiernos, que los adjetivan y tildan de –como tú decías- dictaduras, autoritarismos, prepotencias, socialismo, comunismo… cuando nuestras democracias nada tienen que ver con eso. Entonces debemos enfrentar esa matriz mediática con una democratización de medios, con una radical postura ciudadana para criticar esos medios y con el desarrollo de capacidades de comunicación popular y democrática en América Latina.

La conversación con el diplomático ecuatoriano invita a pensar Latinoamérica desde adentro y gestar otras realidades posibles, descontruyendo las tradicionales concepciones de revolución y democracia. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario