*Por Sofía Masi
Analizar las últimas elecciones para el Centro de
Estudiantes de la FAFI-UNE, implica reconocer primero, que existen problemas desde el vamos.
Para
jugar, primero debe haber reglas. Pregunto: ¿Existe un estatuto del Centro de
Estudiantes? ¿Existe un Reglamento Electoral del Gremio Estudiantil?
El
problema de fondo es que el Centro de Estudiantes no tiene un estatuto que
establezca por ejemplo: cuándo se debe llamar a elecciones, cómo se elige el
TEI y quiénes deben hacerlo. Eso está establecido en el reglamento interno del
Consejo de Delegados, que es otra instancia.
En
la práctica, en sesión del Consejo de Delegados se elige al TEI y este
organismo elabora en uso de sus atribuciones, el calendario electoral y se rige
por el Código Electoral Paraguayo. Organiza las elecciones con asesoramiento
del Juzgado Electoral del Alto Paraná.
El
procedimiento se repite cada año, pero no significa que sea correcto. Hay
lagunas en el proceso. Primero, el Centro de Estudiantes debería tener un
estatuto donde conste que el Consejo de Delegados es el organismo asignado para
conformar el TEI. Segundo, ese estatuto debería establecer cuántos miembros
debe tener el Centro de Estudiantes, cantidad de secretarías y sus respectivas
funciones.
Nada
de eso existe. Según las informaciones que manejo, existe un estatuto desfasado
que no se ajusta la realidad actual de la FAFI.
Esto
implica que el Centro de Estudiantes se conforma y funciona de acuerdo a la
voluntad de su presidente y vicepresidente, únicos miembros del organismo que
son electos por el estudiantado.
Así como están las cosas, el gobierno estudiantil de la FAFI no es del
todo democrático. No hay reglas y todas las decisiones se toman en la Directiva del Centro, no existen mecanismos de integración a la masa estudiantil. Este factor debilita la institución y hace que dependa prácticamente del presidente, su vice y colaboradores. ¿Cómo un estudiante podrá juzgar el desempeño de la
Comisión Directiva del Centro si no existe un estatuto que dicte sus funciones?
¿Cómo la Comisión Directiva podrá exigir participación al estudiante si no
existe un estatuto que establezca sus derechos y obligaciones como miembro del
Centro?
Sólo
a modo de sugerencia, los dirigentes estudiantiles deberían trabajar en la
elaboración de un estatuto y un reglamento electoral. Sería un legado para
todas las generaciones y evitaría muchos problemas. La ley sería la última
palabra y no lo que dice fulano o mengano. Se trata de un asunto pendiente, que
vale la pena resolver.
PARTICIPACIÓN
DE LAS FILIALES
Otro
asunto no resuelto, es el mecanismo para integrar a los compañeros de las
filiales de Juan León Mallorquín y Santa Rita. En las elecciones 2013 se dio un
paso importante para intentar integrarlos, pero el proceso estuvo contaminado
por intereses de cada movimiento en pugna.
Cada
movimiento o lista, conjuntamente con los miembros del Tribunal Electoral
Independiente, deberían trabajar en la capacitación de miembros para la conformación
de las mesas para la votación. Lo ideal sería habilitar mesas en Santa Rita y
en Mallorquín, con alumnos de cada filial. Para garantizar la transparencia,
cada movimiento nombra un apoderado para cada local de votación. Bueno, así se
supone que funcionan unas elecciones normales, según el Código Electoral.
Democracia es dialogar, más allá de las diferencias. |
El
problema radica en la falta de preparación de los candidatos, miembros de
movimientos e integrantes del TEI, que desconocen las reglas de juego, es
decir, el Código Electoral. Tal vez faltan recursos económicos, más contacto
con los alumnos de las filiales. La respuesta está en el TEI y los candidatos,
pero sería ideal que analizaran estos factores para corregir errores y
garantizar unas elecciones transparentes y participativas.
Para
muchos es su primera elección, tanto como organizadores, en caso del TEI, como
para los candidatos. El gremialismo estudiantil es una escuela cívica, aprender
es la consigna.
*Egresada de Ciencias de la Comunicación 2011. Secretaria de Actas del Centro de Estudiantes (2008) y presidenta del Consejo de Delegados (2009).