Muchos
insisten en que nada pasó en
Paraguay. Dicen que simplemente se cambió un presidente que no servía. Pero un pálpito en el corazón del pueblo paraguayo, dice que pasó algo
que va más allá de un mandatario destituido, el cambio de un nombre o una ideología política. Se trata de algo diferente que trasciende lo sectorial y nos afecta a todos.
Si,
hay algo más. Se quebró la relación entre la ciudadanía y sus representantes
políticos en un sistema de gobierno llamado democracia. Un sistema que
intentamos hacer funcionar en medio de innumerables obstáculos políticos y
culturales, secuelas históricas y deficiencias sociales. Con el quiebre, se fue la confianza en los
gobernantes y algunos, hasta perdieron las ganas de ejercer su derecho a votar
en las próximas elecciones.
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Debate sobre la crisis en Paraguay con Elba Recalde (abogada),
Milda Rivarola (historiadora) y Miguel López (periodista). |
“¿Para
qué? Si nada cambiará…”, afirman los decepcionados.
No
existe credibilidad hacia las instituciones de representación política: el Poder
Judicial no garantiza la Justicia, el Poder Legislativo no respeta las leyes y
el Poder Ejecutivo puede ser anulado en cualquier momento si no responde a los
intereses de los grupos de poder fáctico. Pasa que se puede votar a un
presidente, pero si a los parlamentarios no les gusta, lo pueden sacar en poco
más de 24 horas, utilizando la propia Constitución Nacional. Se puede obrar legalmente,
aunque -contradictoriamente- el procedimiento viole principios fundamentales del Estado de Derecho, como
el debido proceso y la legítima defensa.
Un
día pueden manifestarse casi 10.000 personas y repudiar a diputados y senadores, pero en menos de dos semanas, éstos pueden echar al presidente de la República, aunque como parlamentarios estén en crisis de legitimidad. Se puede condenar al primer mandatario
por mal desempeño sin necesidad de pruebas, porque simplemente, toda acusación
es “de público conocimiento”.
El
precedente político y jurídico es terrible y posiciona a Paraguay como un país
que no respeta la institucionalidad ni la ley. Los gobiernos de la comunidad
internacional dimensionan y condenan este quiebre en el proceso democrático.
Paraguay fue sancionado, pero nuestros políticos nos hacen creer que el
mundo se equivoca. Lo triste es que muchos paraguayos creen el cuento y mientras
se tragan el discurso pseudo-nacionalista, el país se hunde cada vez más.
En
este contexto político, los espacios de debate son imprescindibles. Más que
nunca, como ciudadanos debemos reflexionar sobre lo que pasó el 22 de junio de 2012, los
antecedentes y consecuencias. ¿Qué nos espera? Entender este proceso permitirá
que avancemos como civilización.
A
continuación comparto algunos apuntes. Son sólo frases de algunos referentes
que marcan pautas en el debate público sobre la realidad política de nuestro
país. Es sólo un puntapié para seguir conversando. El diálogo permanente
es parte de la resistencia.
SOBRE EL JUICIO POLÍTICO
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Abogado José Enrique García |
Dijo
José Enrique García, abogado defensor del ex presidente Fernando Lugo en el
juicio político y ex procurador general de la República:
-“El
reglamento del juicio político es una violación a la Constitución Nacional
porque no respetó el derecho a la defensa ni la dignidad de la persona humana”.
-“Se
tomó la figura del juicio político bastardeándola y se puso en peligro la
institucionalidad”
Dijo
Oscar Kuchenmeinster, abogado y profesor de análisis sociológico de la Facultad
de Filosofía de la Universidad Nacional del Este.
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Abogado Oscar Kuchenmeister. |
-“Fernando
Lugo era disfuncional al sistema porque iba contra los intereses de la clase
dominante. Los hechos o los motivos del juicio político fueron simples
justificaciones para destituirlo”.
-“A
partir de lo ocurrido se crea un imaginario social que es la falta de
credibilidad en las instituciones de representación pública y se pasa incluso a
una crisis de identidad nacional, porque en este contexto, existen quienes
hasta se avergüenzan de ser paraguayos por la bajeza en la actuación de sus
gobernantes”
Dijo
Adolfo Ferreiro, abogado defensor de Fernando Lugo durante el juicio político.
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Abogado Adolfo Ferreiro. |
-“En
Paraguay no hubo juicio político, hubo la destitución de un presidente por
falta de respaldo político”
-“Aquí
hubo una destrucción de la institucionalidad”
-“La
indignación sin acción política no sirve”
-“No
hay que levantarse en armas, hay que levantarse en libros”
-“Los
partidos políticos son meros aparatos electorales, se estancaron hace 15 años en cuanto a
producción de ideas”
-“Actualmente
tenemos un proyecto político y social fracasado. Estamos enfermos pero debemos
darnos cuenta. Tenemos que volver a hacer funcionar nuestras instituciones”.
-“A
un mes del juicio político, los abogados de la defensa aún no recibimos la
sentencia que condena a Fernando Lugo”.
Dijo
Elba Recalde, abogada y constitucionalista, miembro del Partido Liberal Radical
Auténtico:
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Abogada Elba Recalde. |
-“La
política fue la gran ausente en todo lo ocurrido en Paraguay, porque política
se trata de estar juntos, los unos con los otros. Sin embargo, es siempre vista
como la bruja a la que hay que quemar”
-“Debemos
decir no al discurso que discrimina la política. Debemos iniciar una nueva
construcción de la política”
-“Hay
muchas preguntas, pero no quiero dar respuestas, quiero que la gente piense”
-“La
Reforma agraria sigue siendo hoy una utopía”
Finalmente
sólo me queda decir que…
Paraguay
atraviesa una de las crisis políticas más graves de su historia, donde las
instituciones de representación pública, perdieron por completo la credibilidad
de la población. La ciudadanía está dividida en sectores a favor y en contra
del nuevo Gobierno de Federico Franco. Y en medio de estos dos polos, hay otro
sector de gente decepcionada y que simplemente se niega a hablar de política.
Éste es el más preocupante, ya que se convierte en un conjunto maleable de
analfabetos políticos que claramente describe Bertolt Brecht:
“El peor
analfabeto es el analfabeto político. Él no oye, no habla ni participa en los
acontecimientos políticos. No sabe que el costo de la vida, el precio de los
frijoles, del pescado, de la harina, del alquiler, del calzado y de las
medicinas dependen de las decisiones políticas. El analfabeto político es tan
animal que se enorgullece e hincha el pecho al decir que odia la política. No
sabe el imbécil que de su ignorancia política proviene la prostituta, el menor
abandonado, el asaltador, y el peor de los bandidos, que es el político
aprovechador, embaucador y corrompido, lacayo de las empresas nacionales y
multinacionales.