Impensable quedar en la penumbra
cuando afuera brilla sol
es invierno
pero no parece
Me senté en un banco
en la plaza de mi adolescencia
me quedé el tiempo suficiente
para devorar
seis mandarinas
en ese lapso de sabor y calor
me contagié de la risa
de los niños jugando al fútbol
de las niñas en las hamacas y el tobogán
Cálido invierno
un poco de sol y alegría infantil
es todo lo que necesito
para volver a la penumbra
y seguir escribiendo.
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