El trébol y la orquídea

El trébol y la orquídea, habitantes de mi jardín.

Sólo basta prestar un poquito de atención, frenar el acostumbrado paso fugaz por el jardín, para notar esos pequeños detalles que hablan al corazón.

Una hermosa orquídea de pétalos blancos y toques violetas contrasta con un enorme árbol de trébol, que aún no recupera sus hojas caídas durante el invierno. 

La flor me cautiva con su belleza, pero el trébol también me da su mensaje. Dice que todavía no llegó su tiempo de pintarse de verde. 

El contraste en mi jardín, me hizo reflexionar sobre la vida y sus tiempos. En la vida, como en la naturaleza, algunos florecen más rápido y otros, tardan un poco más. Para algunos, llega pronto la primavera, para otros, dura más el invierno.

Puede existir un calendario y muchos pronósticos, pero cada quien respeta su reloj interno. La orquídea y el trébol de mi jardín me recordaron eso, todo a su tiempo. Aún con las diferencias, se mantiene la armonía y es sólo cuestión de saber contemplar la belleza del proceso.